El ácido glicólico, al ser un potente exfoliante químico, puede conllevar algunos riesgos y efectos secundarios que es importante conocer. Los posibles efectos secundarios pueden incluir descamación, hinchazón, tirantez de la piel, enrojecimiento, erupciones, ardor, picor, ampollas y, en casos graves, quemaduras químicas. Los efectos secundarios pueden variar en función del tipo de exfoliación, que puede ser superficial, realizada por una esteticista, o más profunda, realizada por un dermatólogo.
Para minimizar el riesgo de efectos secundarios, es esencial escuchar a tu piel y confiar en el asesoramiento de expertos para elegir el producto o tratamiento más adecuado. Empezar con ácido glicólico una vez a la semana y aumentar gradualmente la frecuencia a medida que la piel se acostumbra puede ayudar a mitigar las reacciones adversas.