En el mundo del cuidado de la piel, hay un producto que se ha convertido en un básico entre los entusiastas de la belleza: el agua micelar. Este limpiador único se originó en Francia y desde entonces ha ganado reconocimiento en todo el mundo. Pero, ¿qué es exactamente?
En esencia, el agua micelar es una solución compuesta por pequeñas moléculas de aceite llamadas micelas, suspendidas en agua purificada. Estas micelas actúan como imanes para la suciedad, la grasa y las impurezas, atrayéndolas y eliminándolas de la superficie de la piel sin necesidad de frotar ni aclarar.
El agua micelar sirve para una amplia gama de tipos de piel y se utiliza para limpiar, hidratar y desmaquillar. Este artículo explora los beneficios del agua micelar, consejos para elegir la adecuada y cómo incorporarla a tu rutina de cuidado de la piel.
"La belleza del agua micelar es su versatilidad, lo que la convierte en un producto de cuidado doméstico imprescindible. Puede utilizarse sola como limpiador suave, y es especialmente adecuada para la zona sensible de los ojos y para quienes llevan extensiones de pestañas. También puede formar parte de una rutina de doble limpieza (utilizándolo como primer limpiador) para los momentos en los que se necesita una limpieza profunda que no irrite la piel."
Christine Lee, esteticista titulada y educadora [comfort zone].