Simonazzi afirma que realizar un tratamiento Gua Sha activa la curación natural, revitaliza los tejidos de la piel y estimula el estiramiento facial para conseguir un efecto antienvejecimiento. Es una experiencia agradable, eficaz y relajante por su acción inmediata sobre el sistema nervioso. Además, el nivel profundo de compresión y el frotamiento repetido en bandas específicas de la cara y el cuello actúa en la restauración del tejido conjuntivo. Al calmar la inflamación, reducir la congestión, desintoxicar y revitalizar, el resultado es una piel más sana y tonificada.