Aunque se debaten los orígenes de este producto, la industria de la belleza atribuye a los franceses la invención del agua micelar. En el pasado, la gente prefería evitar limpiarse la cara con agua del grifo, que se consideraba demasiado agresiva y potencialmente contaminada. Para superar este problema, se impuso la costumbre de mezclar agua, previamente purificada, con tensioactivos para limpiar el rostro, quitar la suciedad y el maquillaje.
Pero, ¿qué son los tensioactivos? Los tensioactivos son sustancias contenidas en diversos productos destinados al cuidado de la piel y el cabello, así como en los detergentes y jabones para la limpieza del hogar, encargados de eliminar el aceite y la grasa de las superficies. Son moléculas compuestas por una cabeza hidrofílica, similar al agua, y una cola hidrofóbica, similar al aceite. Al unir químicamente estas dos moléculas tan diferentes, la cabeza hidrófila se disuelve en el agua a la que se agrega, mientras que la cola hidrófoba atrae el aceite. La adición de surfactantes al agua purificada aumenta su capacidad para disolver el aceite que generalmente se deposita en nuestro rostro en la zona de la frente, la nariz y el mentón.