Aunque es fácil suponer que toda la piel del rostro es igual, la zona de debajo de los ojos requiere una atención especial debido a su delicada barrera cutánea. Al ser a la vez la piel más fina del cuerpo y la más sensible, es propensa al envejecimiento prematuro, mostrando signos como ojeras, hinchazón, patas de gallo y líneas de expresión. Diversos factores, como la exposición al sol, el sueño inadecuado y la genética, pueden agravar estos problemas.