Guía completa para la exfoliación facial: Exfoliantes, peeling y scrub

Una de las formas más eficaces de aumentar la luminosidad de la piel, minimizar los daños causados por el sol y mantener un cutis bonito es la exfoliación. En efecto, la exfoliación de la piel, a través de la eliminación de las células muertas y de las impurezas, favorece la renovación celular de la epidermis reduciendo la visibilidad de las arrugas y de las microarrugas. También permite que los sérums, tratamientos y cremas penetren más profundamente y actúen con mayor eficacia.

Por lo tanto, todos los tipos de piel se benefician de la exfoliación, pero el método, la frecuencia y la intensidad del tratamiento dependen en gran medida del tipo de piel y de su sensibilidad. Así que vamos a descubrir las diferencias en los métodos de exfoliación.

EXFOLIANTE, PEELING O SCRUB PARA EL ROSTRO: ¿CUÁL ELEGIR?

Scrub, exfoliación, peeling facial: para saber en qué consisten estos tratamientos, hay que aclarar primero la diferencia entre exfoliación mecánica y química. Tanto los exfoliantes químicos como los mecánicos ayudan a eliminar las células muertas de la piel y otros residuos, proporcionando una piel brillante y suave con poros minimizados. La exfoliación mecánica, que utiliza pequeñas partículas, actúa eliminando las impurezas mediante el roce, mientras que la exfoliación química prefiere el uso de ácidos o enzimas para disolver las células muertas de la piel. 

Los exfoliantes faciales son productos que utilizan la exfoliación mecánica: utilizan la acción de frotar micropartículas (gránulos y microgránulos) en la piel y suelen estar indicados para pieles grasas e impuras. Por ejemplo, Essential Scrub utiliza esferas de sílice y jojoba con una acción suavizante para renovar y eliminar las impurezas.

La versión suave de este tratamiento son los denominados “gommage”, que también son tratamientos con exfoliación mecánica. Al utilizar microgránulos mucho más pequeños que los utilizados en los exfoliantes, estos exfoliantes son perfectos para las pieles más sensibles. Por lo tanto, si tienes una piel especialmente sensible, considera utilizar un exfoliante facial suave o un exfoliante más ligero para no irritarla demasiado.

Los peelings, en cambio, a diferencia de los dos tratamientos que acabamos de mencionar, son procesos de exfoliación química: de hecho, suelen emplear ácidos o enzimas como el ácido glicólico, el ácido mandélico o el ácido salicílico para realizar una acción exfoliante profunda. Los peelings químicos están indicados en los casos de pieles secas, ya que evitan el estrés provocado por el masaje mecánico de los exfoliantes y el scrub. Por ejemplo, Sublime Skin Micropeel Lotion, con ácido láctico y gluconolactona, a través de una suave y progresiva microexfoliación diaria, renueva la piel y le da uniformidad y luminosidad.

Los ácidos AHA, que proceden de sustancias naturales y son ideales para exfoliar las pieles secas, se utilizan a menudo en los peelings. Es el caso de las almohadillas Sublime Skin Peel Pads, que están preconfeccionadas con AHA para dar a la piel un aspecto uniforme y liso y combatir las arrugas y el fotoenvejecimiento. Los ácidos BHA también se utilizan en los exfoliantes, que a diferencia de los AHA actúan en profundidad, penetrando en los poros y proporcionando una exfoliación química eficaz para las pieles grasas y con tendencia al acné. 

Sin embargo, si su piel no tolera los ácidos AHA y BHA, puede probar a utilizar una exfoliación facial enzimática. Este tipo de exfoliación utiliza enzimas de frutas, como el Essential Peeling, que utiliza la bromelina contenida en la piña para eliminar las impurezas y las células muertas de la piel. Los peelings enzimáticos tienen una acción "proteolítica", es decir, "digieren" las células muertas; son tratamientos especialmente adecuados para las personas con pieles muy sensibles.

CÓMO EXFOLIAR EL ROSTRO: ALGUNOS CONSEJOS

Para conocer el equilibrio de exfoliación perfecto para tu piel, empieza poco a poco. No utilices nunca un producto con más frecuencia de la recomendada y ten cuidado de no superponer productos en la misma sesión. A medida que su piel se acostumbra a la exfoliación, puedes aumentar la frecuencia con la que utilizas ciertos productos, pero en el momento en que tu piel empiece a irritarse, reduce la frecuencia e hidrátala.

También hay que prestar especial atención a los posibles daños derivados de la sobreexfoliación: el uso excesivo de exfoliantes y productos similares elimina la barrera protectora de la piel, dejándola vulnerable a los daños causados por el sol y el clima, como el frío y el viento, e incluso a las infecciones. Por ello, procura no exfoliarte en exceso, pero mantén siempre tu piel hidratada con una crema facial que la defienda de los agentes externos.

Mediante la exfoliación regular, tu piel estará más suave, más brillante y con un brillo natural irresistible. Elige productos [comfort zone], derivados de la naturaleza y creados para trabajar con la piel, no contra ella. Cada producto es el resultado de años de investigación y desarrollo y ninguno de ellos se prueba en animales.

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