Son muchos los beneficios conocidos de los antioxidantes para la piel. Entre ellos se encuentran la hidratación y la luminosidad de la piel, la reducción de las líneas de expresión y las arrugas, y el alivio de la inflamación y la rosácea.
El estrés oxidativo (daño celular causado por los radicales libres) es una de las principales causas del envejecimiento de la piel. Nuestra piel sufre estrés oxidativo por factores ambientales, como la contaminación y los rayos UV del sol, y por hábitos poco saludables, como el humo del cigarrillo y el consumo de alimentos procesados.
Al estabilizar los radicales libres, los antioxidantes protegen la piel del estrés oxidativo, permitiendo que las células cutáneas se curen y regeneren a un ritmo mucho más rápido. Los radicales libres son famosos por destruir el colágeno natural y la elasticidad de la piel, lo que provoca un rápido envejecimiento.