La piel tiene su propio microbioma que se beneficia de los antioxidantes y los nutrientes. Las bacterias de la piel viven dentro de su barrera oleosa. Trabajan para curar lesiones y heridas, pero necesitan antioxidantes y nutrientes para prosperar.
La piel no puede realizar sus funciones diarias necesarias sin antioxidantes y nutrientes que alimenten el microbioma. Cuando nos lavamos con ingredientes sintéticos y jabones fuertes, la grasa y las bacterias que mantienen nuestra piel sana son eliminadas.
Dormir bien por la noche, beber mucha agua y comer alimentos saludables es una forma maravillosa de fomentar una base sana. Estos hábitos son antiinflamatorios por naturaleza y contribuyen a una existencia saludable para todo el cuerpo.
El uso de productos naturales potencia la capacidad natural de la piel para curarse, hidratarse y defenderse.