Nunca antes, en un mundo gobernado por eventos estresantes y ritmos frenéticos, es fácil sentirse estresado y ansioso. A menudo ponemos el cuidado de nuestro cuerpo físico en primer lugar en nuestra lista de prioridades, olvidando que nuestra salud mental es igualmente importante.
El estrés tiene la capacidad de afectar diferentes aspectos de nuestro ser: desde los ciclos de sueño-vigilia hasta nuestro apetito, y desde la salud de la piel hasta nuestros niveles de energía. Cuando no se controla, el estrés puede causar consecuencias físicas como dolores de cabeza, dolores en el pecho, tensión muscular y fatiga, respuestas de comportamiento negativas como rabietas, comer en exceso, insomnio e incluso adicciones como el alcohol y el tabaquismo. Afortunadamente, existen formas naturales de lidiar con el estrés de la vida cotidiana cultivando un estilo de vida positivo y saludable.