Las exfoliaciones químicas son cada vez más populares en Estados Unidos; de hecho, actualmente son el tercer tratamiento estético no invasivo más realizado.
Estos tratamientos son conocidos por rejuvenecer y refrescar la piel a la vez que tratan problemas cutáneos específicos, como las líneas de expresión, la decoloración, el acné, los efectos del envejecimiento y la hiperpigmentación. La exfoliación química se realiza con frecuencia para combatir el envejecimiento, ya que elimina la capa superior de la piel para revelar una capa inferior más suave y radiante.
Los peelings químicos (superficiales, medios o profundos) proporcionan resultados significativos que mejoran el aspecto general de la piel. Antes de someterse a una exfoliación, es muy importante recibir una consulta exhaustiva, especialmente si se tiene la piel sensible. Cuando se realiza correctamente, la mayoría de las personas experimentan resultados muy buenos. Sin embargo, una vez realizado el tratamiento, es vital asegurarse de llevar una rutina de cuidado de la piel adecuada para evitar posibles complicaciones o efectos secundarios.