Adiós a las quemaduras solares, cómo prevenirlas y tratarlas
Adiós a las quemaduras solares, cómo prevenirlas y tratarlas

CÓMO EXFOLIAR TU ROSTRO

La exfoliación es una de las mejores formas de mejorar la salud y el aspecto general de la piel.

La exfoliación consiste en eliminar las células muertas de la capa externa de la piel mediante un producto químico, una sustancia granulada o un exfoliante.

Para conseguir una piel radiante es necesario integrar la exfoliación en la rutina de cuidado de la piel. Una exfoliación constante ayuda a suavizar las asperezas, atenuar las rojeces, difuminar las cicatrices del acné y las manchas oscuras y mejorar el aspecto general del rostro. Aumenta la eficacia y la rapidez de los demás productos de cuidado de la piel y proporciona un notable efecto rejuvenecedor.

No obstante, es fundamental encontrar un equilibrio, ya que excederse puede provocar sequedad. Si alguna vez te has preguntado por los entresijos de la exfoliación facial, no te preocupes, porque vamos a desvelarte todo lo que necesitas saber.

¿Por qué es importante la exfoliación?

La piel se desprende de forma natural de las células muertas para dejar sitio a las nuevas cada 30 días aproximadamente, pero a veces las células muertas no se eliminan por completo.

Una de las principales razones por las que la exfoliación es importante es por su capacidad para promover la renovación celular. La sequedad, la descamación y la obstrucción de los poros pueden deberse a un cuidado inadecuado de la piel. La exfoliación regular es fundamental para evitar estos problemas. La exfoliación puede ayudar a prevenir y tratar los poros obstruidos, los brotes de acné.

Además de la exfoliación, la integración de sérums, tónicos, peelings químicos, exfoliación física y mascarillas faciales en tu régimen de cuidado de la piel mejorará aún más la salud y la luminosidad de esta.

Los beneficios de la exfoliación

Una rutina que tiene numerosas ventajas para el tono de la piel y el bienestar general, es la exfoliación. La eliminación de las células muertas acumuladas, que con el tiempo pueden apagar la luminosidad del rostro, es sin duda su mayor beneficio. Los tratamientos exfoliantes, que mejoran la textura y el aspecto de la piel, permiten descubrir una piel más suave y radiante.

Además, la exfoliación facilita la absorción de los productos de cuidado de la piel y, por tanto, los hace más eficaces. Estimula el flujo sanguíneo a la superficie de la piel, lo que favorece la regeneración natural y crea un rostro radiante y sano.

La exfoliación no es sólo para la cara; también ayuda a otras partes del cuerpo como los codos, las rodillas y los pies. Al reducir las asperezas y suavizar las texturas, mejora su salud general.

Sin embargo, es importante exfoliar ligeramente y no excederse ya que la exfoliación puede causar irritación e inflamación en la piel.

Tipos de Exfoliación: Manual, química y enzimática

La educadora Staness Jonekos explica los tres tipos diferentes de exfoliación: manual, química y enzimática.

La exfoliación manual (piensa en un exfoliante granulado) elimina las células muertas raspando la superficie superior con fricción física. Los exfoliantes químicos, como los alfahidroxiácidos, son ingredientes tópicos que pueden disolver la sustancia pegajosa que mantiene unidas las células muertas.

Los alfahidroxiácidos incluyen el ácido cítrico (presente en los cítricos), el ácido glicólico (presente en la caña de azúcar), el ácido láctico (presente en la leche agria y el zumo de tomate), el ácido málico (presente en las manzanas), el ácido tartárico (presente en las uvas) y otros.

Las enzimas son moléculas biológicas (normalmente proteínas) que aceleran considerablemente el ritmo de prácticamente todas las reacciones químicas que tienen lugar en las células.

Rutina minimalista
Rutina minimalista

¿Qué tipo de exfoliante debería utilizar?

Puesto que todos los tipos de exfoliación pueden no funcionar para todos los tipos de piel, es importante que tengas en cuenta tu tipo de piel antes de elegir un método de exfoliación:

  • La piel sensible puede picar o arder tras el uso del producto.
  • La piel normal no es sensible y no suele tener demasiados problemas.
  • La piel seca se descama, pica o es áspera.
  • La piel grasa es brillante y grasienta.
  • La piel mixta es seca en algunas zonas y grasa en otras.

Las personas con piel seca, sensible o propensa al acné pueden preferir un exfoliante químico suave, ya que la exfoliación mecánica puede resultar demasiado irritante para este tipo de piel. Los que tienen la piel grasa quizá prefieran tratamientos químicos más fuertes o una exfoliación mecánica.

Los betahidroxiácidos (BHA) son otra clase de ácidos exfoliantes. Los betahidroxiácidos ofrecen amplios efectos exfoliantes para diversos problemas como la piel áspera, el acné, la psoriasis y la dermatitis seborreica.

Enzimas y polvos enzimáticos

Cuando se exfolia con una enzima, ésta penetra en la superficie y se adentra en la piel para estimular las células. Este proceso aumenta la renovación celular y rejuvenece la piel. Además del beneficio obvio de eliminar las células muertas de la piel.

De hecho, un estudio sobre el cuidado de la piel con exfoliantes a base de plantas concluyó que, con el tiempo, las enzimas reducen la aparición de líneas de expresión y contribuyen a la firmeza y el tono de la piel. También potencian los efectos de la hidratación diaria al permitir que ésta penetre más profundamente en la piel. Y a diferencia de los ácidos químicos, que pueden quemar o debilitar la barrera protectora de la piel, las enzimas no inflaman, irritan ni dañan la piel.

Considera la posibilidad de exfoliar con un polvo enzimático como una alternativa más amable e igualmente eficaz para iluminar y tonificar. Un polvo enzimático es un polvo vegetal de avena o arroz que, al mezclarse con agua, se convierte en una espuma cremosa y limpiadora. Proporciona una acción exfoliante profunda contra los contaminantes y las células muertas para un rostro más luminoso y terso, y limpia suavemente la piel con una delicada exfoliación, absorbiendo y eliminando el exceso de suciedad y grasa.

¿Con qué frecuencia hay que exfoliarse el rostro?

La frecuencia de la exfoliación depende del tipo de piel. Por lo general, cuanto más agresiva sea la exfoliación, menos a menudo deberá realizarse.

La Academia Americana de Dermatología sugiere que las personas con piel grasa pueden necesitar exfoliarse hasta una vez al día, mientras que las que tienen la piel seca o sensible pueden tener que limitar los tratamientos caseros a una o dos veces por semana.

*Exfoliarse en exceso puede acabar siendo contraproducente, ya que podría eliminar la grasa natural de la piel, provocando grietas en la barrera cutánea y la consiguiente pérdida de hidratación o incluso inflamación.

Una buena regla general, si tienes una piel normal, es exfoliarte la cara tres veces por semana, ya que es una de las cosas más importantes que puedes hacer por la salud general de tu piel.

¿Cómo hay que exfoliarse?

Tanto si utilizas un exfoliante manual, químico o enzimático, empieza por lavarte la cara con un limpiador suave que no se seque, concentrándote en la zona T, y aplícalo en la piel durante un minuto, presionando suavemente mientras trabajas con movimientos circulares. Aclara abundantemente con agua y seca con una toalla limpia.

  1. Preparación: Empieza por reunir el producto exfoliante de tu elección -ya sea manual, químico o enzimático- y un limpiador suave y no secante adecuado para tu tipo de piel.
  2. Limpieza: Empieza mojándote la cara con agua tibia. Toma una pequeña cantidad de limpiador y aplícalo en la punta de los dedos. Masajea suavemente el rostro con el limpiador, especialmente en la zona T, con movimientos circulares. Continúa este proceso durante un minuto, asegurándose de que el limpiador penetra eficazmente en la piel. Aclara el rostro con abundante agua y sécalo con una toalla limpia.
  3. Exfoliación manual: Cuando utilices un exfoliante facial, aplica una pequeña cantidad y distribúyela uniformemente por el rostro humedecido. Ten cuidado y evita la zona sensible de los ojos. Sigue el tiempo de masaje recomendado por el producto, que suele ser de entre 30 segundos y un minuto, mientras frotas suavemente el exfoliante facial en movimientos circulares sobre la piel con las yemas de los dedos. Retira el exfoliante con agua tibia y sécate la piel dando suaves golpecitos con una toalla limpia, teniendo en cuenta los distintos tipos de piel.
  4. Exfoliación química: Para los exfoliantes químicos, aplica la solución uniformemente sobre el rostro, el cuello y el escote. Espera unos minutos a que la piel absorba completamente el exfoliante antes de pasar al siguiente paso de tu rutina de cuidado de la piel.
  5. Exfoliación híbrida: Si utilizas un exfoliante híbrido manual/enzimático, como un polvo enzimático, vierte una cucharadita del polvo en la palma de tu mano húmeda. Añade una pequeña cantidad de agua tibia para crear una espuma cremosa. Frótate las manos para activar el producto y, a continuación, aplícalo sobre el rostro, evitando el contacto con los ojos. Masajea la espuma sobre la piel con movimientos circulares. Aclara abundantemente el rostro con agua y sécalo dando golpecitos con una toalla limpia.

Qué hacer después de exfoliarse

La exfoliación por sí sola no mantendrá tu rostro perfecto. Después de cada exfoliación, debes aplicar una crema hidratante y un protector solar para mantener la piel hidratada y protegida de los daños medioambientales.

La exfoliación no elimina totalmente la hidratación de la piel, pero exfoliarla repetidamente sin aplicar después una buena crema hidratante puede dejarla reseca y demasiado sensible.

¿Cuándo no se debe exfoliar?

Para evitar dañar la piel al exfoliarte, ten en cuenta los productos de cuidado de la piel que ya utilizas. Algunos medicamentos e incluso productos de venta libre (como las cremas con retinoides recetados o los productos que contienen ácido salicílico, ácido glicólico, retinol o peróxido de benzoilo) pueden hacer que la piel esté más sensible o se pele.

Exfoliarse mientras se utilizan estos productos puede empeorar la sequedad de la piel o incluso provocar brotes de acné. Si tienes acné crónico, consulta a un dermatólogo antes de exfoliarte, ya que la piel irritada e inflamada puede dejar manchas oscuras.

También debes abstenerte de exfoliarte si tienes algún tipo de corte o herpes labial en la cara (puede extenderse), o si te has quemado con el sol.

Rutina minimalista
Producto adicionado a la lista de deseos